Entre los 2 y los 4 meses de vida muchos lactantes padecen lo que se conoce como “crisis de los 3 meses”, un episodio que muchas madres no saben interpretar correctamente, lo que les lleva a creer que no tienen suficiente leche, introduciendo la leche de fórmula o incluso llegando a dejar la lactancia materna. Pero esto es innecesario si sabe cómo actuar.

 

Esta crisis se produce porque en torno a los 3 meses los bebés tienen un brote de crecimiento, es decir, crecen más rápido y demandan más cantidad de alimento. Pero la producción de leche materna, que funciona por oferta y demanda, estaba ya establecida y tarda unos días en adaptarse a las nuevas necesidades. Mientras se produce el cambio, el bebé puede estar molesto porque se queda con hambre.

 

Además, a este estirón se une que el bebé ya sabe succionar de manera muy eficaz, por lo que tarda mucho menos en vaciar el pecho.

 

Estas dos situaciones juntas pueden hacer pensar a la madre que no tiene suficiente leche, lo que le puede conducir, erróneamente, a meterle algún biberón para completar, lo que puede agravar el problema ya que, cuanto menos mame, menos leche se producirá. Algunas mujeres incluso abandonan la lactancia a causa de esta crisis ya que no saben lo que está pasando.

 

Para asegurarte de que tu hijo está atravesando la crisis de los 3 meses, estos son algunos síntomas que te pueden alertar:

 

– Llora más a menudo y más fuerte

 

– Rechaza el pecho o hace tomas muy cortas

 

– Se suelte del pecho en medio de la toma

 

– Se distrae con cualquier ruido

 

– Duerme peor

 

– Se queda con hambre

 

– El pecho está más flácido y blando, no se nota igual de lleno y duro que antes

 

¿Cómo superar esta crisis?

 

– Como decíamos, la producción de leche funciona de acuerda a la ley de la oferta y la demanda, si el niño demanda más, ponle más a menudo al pecho para que se produzca más leche. La producción de leche materna depende de la succión, cuanta más haya, más leche.

 

– No esperes a que llore y pida la leche, ante los primeros indicios de hambre, ofrécele el pecho ya que, si se pone nervioso, le costará engancharse.

 

– Ten paciencia y no desesperes ni abandones la lactancia, esta crisis durará unos días.