La AEP – Asociación Española de Pediatría – recomienda comenzar con la alimentación complementaria a partir de los 6 meses, aunque cada bebé tiene unas necesidades y tu pediatra puede recomendarte empezar a partir de los 4 meses, especialmente si toma leche de fórmula.

Las frutas son uno de los primeros alimentos introducidos en la dieta del bebé, por ser de fácil digestión y tener un alto contenido en nutrientes y fibra. Hoy en día, frutas que antaño se consideraban exóticas, son de lo más comunes en nuestra dieta. Un ejemplo son el plátano o el aguacate, que ya son tan comunes que se cultivan en España. Otras frutas exóticas muy comunes son el kiwi, la piña, el mango, la papaya…

Dicho esto, a continuación algunas recomendaciones a tener en cuenta cuando comencéis con la alimentación complementaria:

  • A partir de los 4 meses para bebés que toman leche en polvo y de los 6 si se alimentan exclusivamente de leche materna se introducirán la pera, la manzana, la naranja y el plátano. Estas se pueden dar en papillas o, si se está empezando con el Baby Led Weaning, en forma de bastones o trocitos manejables, siempre bajo supervisión. También en torno a los 6 meses se puede introducir el aguacate, una fruta alta en nutrientes, de fácil digestión y con una textura blanda que le resultará sencilla de comer.
  • Introduce las frutas de una en una y progresivamente. Cada vez que introduzcas una nueva fruta en la dieta del bebé debes estar alerta ante posibles reacciones alérgicas. Una buena idea es llevar un registro de cada fruta que haya tomado cada día así como la cantidad de la misma. De este modo, será mucho más sencillo detectar cualquier posible alergia o intolerancia.
  • En caso de que algún familiar tenga alguna alergia, es importante que lo consultes con el pediatra para tomar precauciones.
  • Según la AEP, a partir de los 6 meses se pueden introducir también las frutas consideradas más alérgenas como el kiwi y la piña. Asimismo, se puede empezar, progresivamente, con otras frutas como el melocotón, el albaricoque, las fresas, el mango…

Estas son solo algunas de las recomendaciones, recuerda que siempre es importante que consultes con el pediatra, ya que cada bebé tiene unas necesidades y desarrollos diferentes.