Los humanos contamos con 5 sentidos, asociado cada uno de ellos a un órgano diferente, que nos permiten captar y relacionarnos con el mundo. Vista, oído, olfato, gusto y tacto… ¿quieres saber cómo se desarrolla cada uno de ellos en tu bebé?

1- La vista Es uno de los sentidos que menos desarrollado tienen los recién nacidos. Al nacer, los bebés no distinguen nada que esté más allá de 25 cm de su cara y no son capaces de distinguir los colores como un adulto. No obstante, la vista se desarrolla rápidamente en el primer año: – A los tres meses, el bebé empieza a percibir los colores principales: azul, verde, rojo y amarillo. También puede enfocar la vista en objetos más pequeños y más lejanos. – A los cuatro meses comienza la percepción de profundidad (o visión binocular). – Entre los 9 y los 10 meses, consigue percibir la dimensión y el grosor de los objetos y aumenta el número de colores primarios y secundarios que es capaz de reconocer. También aprende a coordinar el movimiento de los ojos. – Con un año cumplido, su sistema visual está completo y puede ver como un adulto.

2- El oído Este sentido se desarrolla dentro del útero y, a partir de la semana 20 de embarazo, el pequeño ya puede percibir sonidos externos. Al nacer, parte del líquido amniótico que se encuentra en los oídos causando una sordera temporal desaparece en las primeras horas (por eso, la prueba del oído no se puede hacer antes de las 24 horas de vida). En los primeros meses de vida el niño presta más atención a los sonidos familiares más agudos (generalmente, los de la madre) y se asusta al escuchar sonidos fuertes. Con 4 meses ya puede discernir de dónde viene un sonido y con 6 empieza a imitarlos, paso previo a balbucear y, posteriormente, a hablar. El sonido es fundamental para desarrollar el lenguaje, si el bebé no oye bien, no podrá aprender a hablar.

3- El olfato También es un sentido muy desarrollado al nacer. Así, si colocas al bebé encima del pecho de la madre, sabrá llegar solo a las mamas por el olor que percibe del calostro. Y es que este sentido también se desarrolla en el útero, concretamente en la semana 10 de gestación, cuando comienzan a formarse los receptores que el bebé usará para detectar olores. Con 3 meses, se vuelve mucho más consciente de los olores que le rodean y aprende a reconocer a las personas por el olor.

4- El gusto Los primeros sabores que el bebé aprende a distinguir son los dulces de los salados, aunque en estos primeros meses de vida preferirá el dulce, ya que la leche materna es más dulce que salada. Este sentido, al igual que el del olfato, comienza a desarrollarse ya en el útero. A las nueve semanas se han formado ya las papilas gustativas que son enormemente sensibles hasta los tres meses. Entre los tres y los seis meses comienza a usar la lengua para probar diferentes sabores, aunque no será hasta los cinco meses cuando empiece a preferir los salados. A medida que vaya probando nuevos alimentos, irá descubriendo nuevos sabores y matices.

5- El tacto Es un sentido que también se activa en el útero y que está muy desarrollado al nacer, por eso es tan beneficioso el piel con piel, abrazar y tocar al bebé o darle masajes, ya que es un sentido muy desarrollado que también le permite percibir otros cambios externos como los de temperatura o la presión de la atmósfera.