No se debe pintar la habitación con el bebé ni que duerma en ella hasta que el olor de la pintura se haya disipado por completo ya que ciertos componentes de algunas pinturas pueden causar reacciones alérgicas o problemas respiratorios en niños menores de 7 años, más sensibles a este tipo de productos químicos.

 

El sistema nervioso de los niños está en plena formación, lo que hace que los niños, sobre todo los menores de 7 años sean mucho más vulnerables a ciertos componentes de la pintura o de sus disolventes, como el aguarrás, las resinas, etc.

 

Por eso, es posible, si un niño está expuesto durante mucho tiempo a los vapores de estas pinturas y productos, que pueda sufrir irritación de la mucosa ocular, causándole lagrimeo y rojez en los ojos, o de las mucosas respiratorias, provocando estornudos y tos. Estos síntomas, además, se pueden agravar si el niño padece asma o alguna alergia.

 

Por lo tanto, si quieres pintar alguna habitación de tu casa, especialmente si es la del niño, se recomienda que sigas estos consejos:

1- Nunca dejes que el niño permanezca mucho tiempo en la habitación que se esté pintando y tenla siempre abierta y ventilada.

 

2- Evita las pinturas que contengan plomo o mercurio, más perjudiciales.

 

3- Elige pinturas ecológicas elaboradas con materias primas atóxicas que no son dañinas.

 

4- No dejes que el bebé entre, y mucho menos duerma, hasta que hayan pasado al menos 3 días y mantén todo ese tiempo las ventanas abiertas.

 

5- Si notas que tu bebé empieza a manifestar síntomas de intoxicación, llévale a una habitación bien ventilada y dale agua para hidratar las mucosas.