A finales de diciembre de 2019 surgió una nueva enfermedad respiratoria muy infecciosa, la COVID-19, a partir de un nuevo coronavirus que saltó de los animales a los humanos. En un primer momento pareció que esta enfermedad sería similar a la gripe, pero pronto se vio que era mucho más contagiosa y con mayor índice de mortalidad. Por eso, las embarazadas han pasado a ser un grupo de riesgo, pero ¿cómo afecta realmente este nuevo coronavirus al embarazo? ¿Puede causar aborto espontáneo o algún otro problema?

La COVID-19 está causada por un nuevo coronavirus llamado SARS- CoV 2, similar al virus del SARS de la epidemia de 2002. El problema es que este nuevo virus tiene una capacidad de contagio mucho mayor, incluso entre las personas asintomáticas. Además, aunque hay muchas personas que cursan la enfermedad de manera leve, casi como una gripe fuerte, otras enferman gravemente, desarrollando una neumonía que pone en peligro su muerte y, desgraciadamente, causando el fallecimiento de las personas más vulnerables, especialmente mayores de 65 años y personas con patologías previas.

Dado que las mujeres embarazadas tienen mayor vulnerabilidad ante infecciones virales respiratorias, es fácil pensar que tendrán mayor riesgo de enfermedad, morbilidad o mortalidad severas en comparación con la población general, aunque los pocos estudios que se han realizado al respecto son bastante tranquilizadores en lo que a las embarazadas se refiere.

Por el momento, no está claro si el SARS- CoV 2 puede cruzar la ruta transplacentaria hacia el feto, es decir, si el feto puede verse contagiado a través de la placenta. Hay algunos informes sobre bebés que dieron positivo para el virus poco después del nacimiento, pero no se sabe si se infectaron dentro del útero, al salir del canal del parto o una vez nacido. De hecho, en series de casos recientes de bebés nacidos de madres infectadas con COVID-19, ninguno de los bebés ha dado positivo.

Además, los bebés no son población de riesgo y, en general, son asintomáticos o desarrollan síntomas leves. De hecho, de los millones de casos que ya hay registrados en todo el mundo hasta ahora, hay muy pocos bebés de 0 a 9 años y su índice de mortalidad es de 0. Por lo tanto, aunque tu bebé se contagiara, lo normal es que no le pasara nada grave.

¿Pueden las embarazadas recibir tratamiento?

Las mujeres embarazadas que han contraído el virus deben recibir los tratamientos de apoyo recomendados por la OMS para los pacientes adultos, teniendo siempre en cuenta los consejos de sus obstetras.

Además, al ir a dar a luz se deben adoptar una serie de medidas de seguridad, especialmente si la embarazada ha sido confirmada como un caso de COVID-19:

1- Colocar a la paciente en una sala de aislamiento de infección en el aire (AIIR).

2- Al nacer el bebé, hay que aislarlo para evitar el contagio por su madre.

3- Si la madre no es una paciente de COVID-19, se deben seguir los protocolos habituales del piel con piel, según la comunidad podrá tener acompañante o no en el parto, pero no podrá recibir visitas y se le dará el alta a las 24 horas si fue parto vaginal y a las 48 si fue cesárea (siempre que todo vaya bien).

Fuentes:

“Practice Advisory: Novel Coronavirus 2019 (COVID-19)”, American College of Obstetricians and Gynecologists’ Immunization, Infectious Disease, and Public Health Preparedness Expert Work Group in collaboration with Laura E. Riley, MD; Richard Beigi, MD; and Denise J. Jamieson, MD. https://www.acog.org/Clinical-Guidance-and-Publications/Practice-Advisories/Practice-Advisory-Novel-Coronavirus2019?IsMobileSet=false#.XlakRkJjdPs.twitter