¿Es recomendable hacer ejercicio en el embarazo? ¿Hay ocasiones en las que esté contraindicado? ¿Qué ejercicios o deportes son los más aconsejados en estos meses?

El deporte es muy saludable durante el embarazo y se debe realizar de regularmente, siempre de forma moderada. Entre los principales beneficios del ejercicio en el embarazo encontramos:

Controlar el exceso de peso y evitar las complicaciones derivadas de coger mucho peso para la mamá y para el bebé.

– Evitar ciertas molestias y problemas asociados al embarazo como el estreñimiento, el dolor de espalda, la diabetes, la retención de líquidos, etc.

– Preparar el organismo para el parto, favoreciendo este.

– Mejorar el crecimiento de la placenta.

– Aumentar la sensación de bienestar y felicidad de la mujer, previniendo, por ejemplo, la depresión.

– Favorecer el sueño.

– Regular el ritmo cardiaco y respiratorio.

– Fortalecer la musculatura, evitando el cansancio.

Contraindicaciones del deporte

Por lo tanto, el ejercicio es muy beneficioso y se debe practicar de manera regular siempre que el médico no indique lo contrario. Generalmente, no se aconseja hacer deporte en estos casos:

– Si existe insuficiencia cervical

– En caso de amenaza de aborto espontáneo o parto prematuro

– En algunos embarazos múltiples

– Rotura prematura de la bolsa

– Placenta previa (a partir de la semana 26)

– Desprendimiento de placenta

Preeclampsia

– Contracciones tempranas

¿Qué ejercicios son los más indicados?

Los ejercicios o prácticas deportivas más aconsejados durante el embarazo son andar, nadar, bicicleta estática o disciplinas adaptadas al embarazo como pilates, yoga, danza, aeróbic de bajo impacto, etc.

Por su parte, están desaconsejados los deportes de combate, el alpinismo, el esquí, los deportes de equipo (fútbol, baloncesto, voleibol), el submarinismo, la equitación, el patinaje o deportes que impliquen coger mucho peso.

Precauciones a la hora de hacer deporte

La práctica de ejercicio debe ser moderada. Para comprobar que es así, debes contar tus pulsaciones por minuto y no pasar nunca de 140. Si no tienes un pulsómetro, lo mejor es hacer la prueba del habla: tienes que ser capaz de conversar al mismo tiempo que haces ejercicio. Esto indica que no se está haciendo esfuerzo hasta quedar exhausta, con el peligro de limitar el flujo de oxígeno al bebé.

Además, debes parar si notas los siguientes síntomas: mareos, hemorragia vaginal, pérdida de líquido amniótico, dolor de cabeza, dolor de pecho, problemas para respirar, contracciones o debilidad muscular.

Los expertos aconsejan hacer deporte 3 veces por semana o, al menos, 2 veces semanales, sin superar los 45 minutos de ejercicio diario. Y siempre realizarlo en ambientes secos, frescos y ventilados.

Debes mantener bien hidratada bebiendo agua antes, durante y después del ejercicio, aunque no se tenga sed, para garantizar la hidratación del feto y evitar posibles acaloramientos.