A veces, cuando el nacimiento del bebé se complica, para ayudar a que el niño salga se utiliza la ventosa obstétrica. Este aparato interviene solo cuando el médico indica que es necesario, ya que lo mejor es no tener que hacer uso de ningún instrumento.

¿Qué es la ventosa obstétrica?

La ventosa obstétrica tiene forma de copa o campana y puede estar compuesta por diferentes materiales, puede ser blanda o dura, de metal o flexible. Esta ventosa está conectada a una pequeña bomba, eléctrica o manual, que se adhiere a la cabeza del feto para tirar de él y forzar su salida al exterior. Se usa por succión.

¿Cuándo se utiliza?

Siempre que el médico te lo recomiende para evitar riesgos durante el parto. El uso de la ventosa ayudará a que el niño salga lo antes posible.

Si cumples alguna de las siguientes circunstancias, es muy probable que tenga que intervenir la ventosa.

  • Problemas de salud: el estrechamiento de la válvula aórtica, es decir, un problema de corazón con el cual debes evitar hacer mucho esfuerzo. La ventosa te ayudará bastante.
  • Sin progresos: si durante el parto tú empujas y empujas, pero no obtienes progresos durante un periodo prolongado, necesitarás la ventosa.
  • El ritmo cardiaco del bebé indica que existe algún problema: el médico puede recomendarte un parto con instrumentos como la ventosa si peligra la salud del niño.

Al igual que la ventosa, para ayudar al nacimiento del niño a veces es necesario otro aparato conocido como fórceps. El fórceps ayuda a guiar la cabeza del bebé mientras sale por la vagina.

Riesgos y consecuencias

Si finalmente tienes un parto con ventosa, debes saber que una buena utilización de este instrumento médico no tiene por qué causar consecuencias o riesgos ni para ti ni para tu bebé. Es una decisión que el médico te recomendará, pero tú tienes la última palabra. Si aceptas, te colocarán anestesia local.

En ocasiones, la mujer puede llegar a tener hemorragia tras el uso de la ventosa.

Cuando nace el niño puede llegar a tener un hematoma, debido a la presión ejercida, que desaparecerá en pocos días. Hay más posibilidades de que el bebé sufra hemorragia en la retina, aunque esto también puede pasar en los partos no asistidos. Y hay mayor propensión a que el niño padezca ictericia, que suele ser temporal e inofensiva.

Si el uso de la ventosa no ayuda al movimiento del bebé y a facilitar su nacimiento, el médico indicará realizar una cesárea.

En resumen, al igual que en cualquier circunstancia, si el médico hace un buen uso de los instrumentos sanitarios no tiene por qué ocurrir nada malo. Es una práctica realizada a veces para facilitar la salida del bebé evitando riesgos mayores.