Seas o no amante de los animales, enseñar a tus hijos a respetarlos favorecerá el desarrollo de la empatía y otros valores como el cuidado del medioambiente.

Los estudios científicos realizados durante años han demostrado que las mascotas traen múltiples beneficios en el desarrollo de los niños. Hoy en día, es habitual que una familia tenga mascotas, siendo más comunes los perros y los gatos. Las mascotas son una responsabilidad enorme que debe tenerse en cuenta a la hora de adoptar un cachorrito o un gatito que acabará convirtiéndose en un miembro más de la familia. Algunos de los beneficios que tienen las mascotas en la vida de los peques son:

  • Mejoran el estado de ánimo y la conducta. La comunicación con los animales es especial y está demostrado que ayudan a reducir el estrés, la agresividad y a aportar sensación de tranquilidad. También mejoran la autoestima, ya que los gatos o perros suelen estar pendientes de ellos y esto hará que se sientan más apreciados. Además, el contacto con las mascotas favorecerá la sensación de estar seguros y aprenderán a dar y recibir cariño.
  • Disminuyen las alergias y problemas respiratorios. Si un niño está expuesto a animales desde pequeño, su sistema inmune se verá reforzado, haciéndole menos propenso a alergias y enfermedades como el asma.
  • Son uno más de la familia. Las mascotas se vuelven un miembro más de la familia, lo que ayuda a que el pequeño se sienta seguro y tranquilo en casa, reduciendo así la ansiedad por separación.
  • Mejoran las relaciones personales. Los niños que crecen con animales crearán vínculos con estos y aprenderán a cuidarlos, respetarlos y amarlos incondicionalmente. Esto promueve valores como la empatía y el respeto y, por tanto, tendrán relaciones personales más sanas.

Como hemos mencionado anteriormente, las mascotas son una gran responsabilidad. Es importante educarlas y llevarlas al veterinario para evitar que puedan suponer cualquier riesgo para tus hijos. No hay que olvidar que los animales son seres irracionales que, por muy buenos que sean, pueden reaccionar mal a determinados instintos. Por este motivo es importante que, especialmente en niños menores de dos años que pueden ser muy bruscos con ellos, tanto los animales como los niños estén bajo supervisión y aprendan a convivir juntos de manera sana.

Para que los más pequeños de la casa respeten a los animales, aunque no tengan mascotas en casa, también se pueden seguir estos consejos:

  • Muéstrales la diversidad de la fauna. Para que respeten algo, primero deben conocerlo, por eso es buena idea que descubran los animales a través de libros, películas o yendo a verlos a reservas naturales.
  • Enséñales que, al igual que ellos y las demás personas, los animales tienen sentimientos. Esto hará que desarrollen la empatía y entiendan que pueden sufrir, sentir dolor, ser cariñosos y amar.
  • No le generes miedos absurdos. Muchos niños crecen con miedos irracionales provocados por sus padres. Es habitual que un niño cuyos padres tienen miedo a los perros tengan este mismo miedo. Por mucho que no te gusten los animales, enséñales que no tienen por qué hacerles daño ni tenerles pánico. Crecerá siendo más feliz sin miedos inculcados.

Si amas los animales, será más fácil que tu hijo crezca con esta misma pasión hacia tan maravillosos seres. Además, estarás transmitiéndoles valores positivos para sus relaciones y mostrándoles la importancia de respetar y cuidar el medioambiente.