El granuloma umbilical es una masa o bulto de color rosado que aparece en el ombligo del bebé una vez este se ha caído. Para que no se convierta en foco de infecciones, hay que saber cómo tratarlo.

Los recién nacidos llegan a casa con un trozo de cordón umbilical clampado mediante una pinza que no debe quitarse hasta que el cordón se caiga solo, lo que suele ocurrir entre 7 y 15 días tras el parto.

En la mayoría de los casos, el cordón se desprende sin problemas y queda una cicatriz que dará lugar al ombligo. Sin embargo, a veces aparece una masa o bulto de color rosado que puede estar recubierta por una especia de moco pegajoso y supurar pus. Esto es lo que se conoce como granuloma umbilical.

No se sabe por qué aparece en algunos bebés y en otros no, ya que no tiene relación con la forma en que se cuide el ombligo. Tiene que ver con la forma en la que el tejido del cordón se va curando y en cómo se separa el cordón del bebé, pero no se sabe exactamente la causa ni cómo evitar su aparición, aunque sí cómo tratarlo.

Tratamiento del granuloma

El tratamiento habitual del granuloma es la aplicación tópica de nitrato de plata, una sustancia que seca la lesión y la cura sin causar daños ni problemas al bebé. Este nitrato se puede comprar en forma de lápiz para aplicarlo con facilidad sobre el granuloma.

Aplicar nitrato no causa dolor al bebé, ya que el granuloma no tiene nervios, pero sí deja una mancha grisácea en el ombligo que no hace falta limpiar de manera especial, se irá quitando sola con los baños habituales.

Si tras la aplicación del nitrato varios días este no se cura y sigue rojizo y supurando, es probable que el granuloma esté conectado a la vejiga (onfalocele) o al intestino (persistencia conducto onfalomesentérico), aunque ambos casos suelen ser bastante raros.

El onfalocele es un defecto congénito que causa que algunos de los órganos abdominales sobresalgan a través de un orificio de los músculos en la zona del cordón umbilical. Mientras que el conducto onfalomesentérico es una estructura embrionaria que comunica al saco vitelino con el intestino medio y que generalmente desaparece entre la quinta y la novena semana de vida intrauterina. En ambos casos, será necesario realizar más pruebas al bebé y llevar a cabo cirugía para tratar el problema de base.

¿Qué hacer para evitar que el ombligo del bebé se infecte?

Como decíamos, el granuloma no depende de los cuidados que se realicen al cordón umbilical, pero sí se puede evitar que el bebé además tenga una infección umbilical si sigues estos consejos:

1- Lávate las manos antes de tocar el ombligo

2- Limpia el ombligo con el agua normal del baño, sin frotar

3- Mantén seco el cordón umbilical envuelto en una gasa que se debe cambiar a menudo, especialmente si se moja de agua u orina

4- En la mayoría de los casos no hace falta aplicar antiséptico, pero si notas que la zona se enrojece o se inflama, puedes aplicar clorhexidina o alcohol de 70º