El desarrollo del bebé comienza desde el momento en el que nace. Aunque no lo creas, un recién nacido también está en constante aprendizaje y cuanta más estimulación externa reciba, mejor será su desarrollo psicomotor. A continuación te dejamos algunos ejercicios que puedes hacer con tu bebé para establecer vínculos y divertiros juntos.

Objetos, muecas, canciones… ¡todo vale!

Es la forma más típica de estimular al bebé, pero eso no hace que no sea una de las mejores formas de aprender. Cuando el bebé esté despierto, túmbale en la cama y llama su atención ya sea con tu mano, llamándole por su nombre, cantando o moviendo algún juguete. Así, el pequeño observará y seguirá tus movimientos a la vez que conoce tu voz.

Alfombras para bebés

En línea con el punto anterior, las alfombras de juegos también son una increíble manera de estimularles. Además de ser de colores llamativos y atractivos para el bebé, suelen incorporar sonajeros y objetos de diferentes texturas con los que aprenderá y se divertirá de una forma más autónoma. A medida que vaya creciendo, puedes poner los juguetes algo más lejos para que tenga que desplazarse hacia ellos.

También boca abajo

Es importante que todos estos ejercicios también los hagas cuando el bebé esté tumbado sobre su barriga. Así, fortalecerá el tono muscular del cuello y la espalda. También, al cambiar de postura, se previenen deformaciones y problemas futuros. Puedes estimularle de la misma manera y llamando su atención desde los lados para que se gire hacia ti.

Baños relajantes

Aprovecha el momento del baño para hacer alguna rutina especial con tu bebé. Este momento es un tiempo tranquilo y relajado que podréis disfrutar juntos. Háblale a medida que le lavas contándole lo que estás haciendo y así establecer vínculos. A medida que crezca, puedes incorporar juguetes y jabones con olores divertidos.

Masajes

Puedes hacerle un masaje después de la ducha con crema para bebés o puedes aprovechar cualquier momento en el que esté relajado para masajearle la barriguita en círculos, la cabeza, los brazos y las piernas. Esto no solo será relajante sino que los masajes en la tripa ayudarán al bebé a hacer de vientre en caso de que tenga dificultades.

¡Bailad juntos!

Cógele en brazos para que se sienta seguro y pon la canción que le cantabas cuando estaba en tu vientre, tu música favorita o melodías infantiles. Pronto empezará a relacionar el movimiento con las canciones y se lo pasará en grande.

Jugar al escondite

A medida que el bebé vaya sumando meses, puedes jugar a esconderte, ya sea alejándote de su campo de visión o tapándote la cara. De este modo no solo se reirá, sino que aprenderá que, aunque te vayas, siempre volverás a estar con él.

Dibujos

Si tu bebé ya puede sentarse solo y coger un lápiz, es el momento de que dé rienda suelta a su creatividad. Ya sea con una hoja de papel o con una pizarra, déjale que haga sus primeros garabatos. Puedes guardarlos y apuntar las fechas para ver su evolución.

Paseos

Los paseos también forman parte de su desarrollo. Los olores, cambios de temperatura, luz solar, sonidos externos… todo suma en su aprendizaje. Cuando vaya en el carro, no dudes en hablarle, cantarle o contarle lo que ves.

A la hora de comer…

A partir de los 6 meses tu bebé ya podrá empezar a experimentar con la comida. El paso de la leche a los alimentos sólidos puede ser muy divertido si le dejas formar parte de su alimentación. Si vas a seguir una alimentación BLW, juega con las texturas y sabores (siempre teniendo en cuenta las recomendaciones pediátricas según su edad) y haz que forme parte de las comidas familiares.