El juego forma parte del desarrollo de los bebés ya que a través de él conocen el mundo, aprenden nuevas cosas y desarrollan sus sentidos y sus capacidades tanto físicas como mentales. Por eso, los bebés empiezan a jugar desde que nacen, aunque no será hasta pasados unos meses cuando puedan ir haciendo cositas por sí mismos.

 

 

El juego no es solo una actividad entretenida que sirve a los bebés y los niños para pasárselo bien, sino que es una parte esencial de su desarrollo, por eso es importante jugar con nuestros hijos desde que nacen.

 

Se ha demostrado que el juego es muy beneficioso para los niños y les ayuda en su desarrollo tanto físico como mental y emocional. A través del juego los niños descubren el mundo, aprenden a hablar, a relacionarse con los demás, las reglas y las normas que imperan en la sociedad, etc. Por eso, el juego es la mejor herramienta con la que pueden contar los profesores, educadores y padres, aunque es importante tener en cuenta las capacidades de los niños según su edad y madurez para adaptar el juego a sus posibilidades.

 

Por ejemplo, al nacer apenas distinguen las formas y no ven nada que esté a más de 25 cm de sus ojos. Además, ven en blanco y negro, todavía no distinguen colores. Por eso, en estos primeros meses de vida se recomiendan juguetes que le ayuden a desarrollar sus sentidos, especialmente la visa, el oído y el tacto. Proporciónale móviles con sonidos y colores atractivos, peluches y juguetes blanditos y sonajeros. Hacia los 3 meses será capaz de agarrar objetos con sus manos y podrá empezar a coger sus juguetes él solo. El móvil de la cuna es muy estimulante ya que despierta su interés y le ayuda a desarrollar varios sentidos. Además, si cuenta con nanas puede ayudarle a dormir.

 

Otra buena opción de juego en estos primeros meses es colocarlo boca arriba en una superficie segura y cómoda y poner a sus pies un juguete que cuelgue o un piano blandito para que le dé pataditas y emita sonidos con sus pies.

 

También puedes hacerle masajes, caricias y contarle cuentos. Todos los ratos que pases con él serán un juego y ayudarán en su estimulación.

 

A partir de los 3 meses mantiene mejor su cabeza y ya puede agarrar objetos, por lo que puedes introducir nuevos juegos y juguetes. Puedes ponerle un juguete en una mano y acercarle otro a esa misma mano. Para cogerlo, tendrá que pasar ese juguete a la mano libre. Así, desarrolla su motricidad y su coordinación mano-ojo.

 

Con 6 meses los bebés empiezan a permanecer sentados cada vez más ratitos sin apoyo, por lo que su mundo de juegos se amplía. Colócalo en una superficie en la que pueda moverse libremente para favorecer el giro, el arrastre y el gateo y ponle muchos juguetes cerca para que intente alcanzarlos.

 

Una vez que empiece a agarrar bien objetos, los mejores juegos son los de meter y sacar objetos de cajas y los de apilar.

 

También puedes seguir contándole cuentos, cantando canciones con él (incluso bailarlas) y hacer representaciones de teatro sencillas con marionetas. Verás cómo tu hijo se divierte e interacciona contigo con cualquier juego que le muestres. ¡A jugar!