En los primeros meses de vida se recomienda esterilizar los chupetes y biberones del bebé para evitar posibles infecciones. Esto se debe a que su sistema inmunológico aún no está totalmente desarrollado, por lo que tiene más probabilidades de contraer ciertas enfermedades

También se aconseja esterilizar los juguetes de goma en estos tres primeros meses y lavar con agua muy caliente sus juguetes de tela o dudus.

Sin embargo, nunca se debe exagerar el esterilizado ya que, para que el sistema inmunológico del niño se desarrolle y se haga más fuerte, también necesita entrar en contacto con bacterias. No se puede meter al niño en una burbuja para evitar que enferme.

Por eso, los pediatras recomiendan a partir de los 4 meses dejar de esterilizar después de cada uso los biberones y chupetes ya que el bebé ya es capaz de llevarse a la boca todo aquello que agarre con sus manos (juguetes, llaves, teléfonos móviles…) con lo que no tiene sentido. Eso sí, se recomienda seguir haciéndolo cada 15 días para evitar que queden residuos de leche o gérmenes. El resto de los días, basta con lavarlos bien con agua caliente y jabón.

Y a partir de los 6 meses puedes dejar de esterilizar. Incluso podrás empezar a meter sus productos en el lavavajillas si eliges un programa a más de 80 grados.