El desarrollo cognitivo del bebé se inicia en el útero materno, a medida que su cerebro y sus estructuras se crean y se desarrollan. Sin embargo, el bebé nace solo con unas cuantas habilidades innatas y su pensamiento, por tanto, sigue desarrollándose a lo largo de sus primeros años de vida.
El desarrollo del pensamiento humano es un proceso muy complejo que sigue una serie de etapas. Según Jean Piaget (psicólogo que desarrolló la teoría del desarrollo cognitivo) existen cuatro etapas fundamentales:
1- Desde el nacimiento a los 2 años: esta etapa está marcada por el desarrollo de los 5 sentidos y de la motricidad, lo que significa que el niño experimenta e interpreta el mundo a través de sus sentidos y de las acciones que realiza.
2- Entre los 2 y los 6 años: se producela etapa preoperacional, en la que aprende a representar las cosas mediante palabras e imágenes, pero sin razonamiento lógico. En esta etapa se produce el desarrollo del lenguaje, el juego simbólico y el egocentrismo.
3- Entre los 7 y los 11 años: se desarrolla el pensamiento lógico de operaciones concretas, ya sea hechos, analogías u operaciones matemáticas.
4- Desde los 12 años: comienza el desarrollo del pensamiento abstracto y más complejo. Aquí el niño ya es capaz de razonar de manera abstracta y como un adulto.
¿Cómo es el desarrollo cognitivo en cada momento?
El desarrollo cognitivo se centra en los procesos de pensamiento y en la conducta que refleja estos procesos. Como decíamos, los bebés llegan al mundo solo con una serie de habilidades innatas que les permite, sobre todo, sobrevivir. Una serie de reflejos primitivos que van perdiendo a medida que aprenden a conocer el mundo y relacionarse con él. Así, por medio del desarrollo cerebral y de la observación y la experimentación el bebé va desarrollando su pensamiento cognitivo.
Al nacer, los bebés solo se relacionan con el mundo a través de los sentidos y sus primeros pensamientos, primitivos, están relacionados con las sensaciones que experimentan de amor, alegría, tristeza, dolor, miedo… Además, solo diferencian entre imágenes, sonidos y olores.
Después, durante los primeros meses de vida, las zonas superiores de sus cerebros se desarrollan y se crean nuevas rutas neuronales que permiten que las capacidades del pequeño se vayan desarrollando. Eso permite que, con 2 meses, ya puede relacionar las imágenes, los sonidos y los olores entre sí.
Entre las 10 y las 12 semanas empieza a entender que las cosas existen, aunque no las vea en ese momento (la permanencia del objeto). Empieza a explorar el mundo y su curiosidad le mueve a descubrir nuevos estímulos y objetos constantemente.
Hacia los 5 meses es capaz de conocer la intención con la que se realiza un hecho y sabe que los acontecimientos están formados por secuencias de hechos. Descubre cada día cosas nuevas del mundo mediante la observación de los demás, lo que desarrolla también su pensamiento. Cerca del año saben juzgar la intención de los demás, anticiparse a las intenciones de los otros y comprender que no todo el mundo quiere lo mismo.
Y ya con 2 años aparece la consciencia y las primeras preguntas más complejas acerca de uno mismo y de los demás, como quién soy, por qué existo, etc.