Si hace poco te has enterado de que estás embarazada, seguro que estás deseando saber el sexo de tu bebé. A partir de la semana 11 o 12 y con suerte, puede que ya lo sepas, aunque lo más habitual es que sea alrededor de la semana 20 cuando ya te puedas quitar la duda.

La forma más habitual de conocer el sexo del bebé es a través de una ecografía, donde también podrás ver cómo crece y escuchar sus latidos. Hoy en día, suelen realizarse tres ecografías a lo largo del embarazo, una por cada trimestre. La primera será alrededor de las 12 semanas. En esta, se confirma el embarazo, si se trata de un bebé o más, se estima la fecha probable de parto y se comprueba que todo vaya bien. La segunda, entre las semanas 16 y 20, descarta posibles malformaciones  y comprueba que el bebé crece correctamente. La última ecografía será entorno a las 32 semanas, para ver en qué posición se encuentra el pequeño y verificar que no hay problemas de desarrollo.

En la primera ecografía de las 12 semanas puede ser que ya sepas el sexo del bebé, aunque dependerá de su posición y de otros factores. Por ejemplo, la obesidad o la escasez de líquido amniótico pueden dificultar el proceso. Además, en esta semana no siempre se puede determinar con claridad, ya que sus genitales han comenzado a formarse en la sexta semana, pero aún no están del todo desarrollados.

Entre las semanas 18 y 20, sus órganos ya estarán formados, pudiendo distinguir la bolsa escrotal y el pene en el caso de los niños. En el caso de las niñas, se conoce su sexo por la ausencia de genitales masculinos y, a veces, se pueden distinguir los labios mayores.

Otros procedimientos médicos para saber el sexo del bebé son los siguientes:

  • Análisis de sangre. Puedes realizarte un análisis sanguíneo a partir de la semana 8 que detecta la presencia de cromosomas masculinos (Y). En caso de encontrarlos, se trata de un niño; caso contrario, es una niña.
  • Test de orina. No se trata de un test convencional como los que venden en la farmacia para confirmar el embarazo, sino que es un examen específico que puede determinar el sexo del bebé con un 90% de fiabilidad a partir de la décima semana de gestación.
  • Amniocentesis y biopsia corial: se trata de dos exámenes invasivos que, aunque leve, pueden suponer un riesgo para el bebé, por lo que solo se utilizan para diagnosticar posibles trastornos congénitos o anomalías cromosómicas.
  • Método Ramzi. Estudia la posición de la placenta respecto al feto y tiene una precisión del 97% en la determinación del sexo del bebé.

A lo largo de la historia, han surgido incontables leyendas y mitos entorno al sexo del bebé que, aunque pueden resultar interesantes, no son más que suposiciones y no tienen evidencia científica. En cualquier caso, aquí te dejamos algunos de los métodos caseros más interesantes para saber si esperas un niño o una niña:

  • La belleza de la mamá. Se dice que si la madre está más radiante que nunca, es porque espera una niño, mientras que si es al contrario, se trata de una niña. Además, si tienes más pelo del habitual y más bonito, es porque esperas un niño.
  • El tamaño de los pechos. Si tienes más grande el derecho, es niño; si es el izquierdo, será una niña.
  • Si durante el embarazo tienes antojos de dulce, esperas una niña. Si te pierde el salado, entonces es un niño.
  • El ritmo cardíaco. Si las pulsaciones del bebé están por encima de 140, es una niña, mientras que si están por debajo, se trata de un varón.

No te desesperes, entre las semanas 18 y 20 ya podrás saber el sexo de tu bebé, empezar a llamarle por su nombre y prepararlo todo para su llegada.