Nuestro sistema inmunológico es el encargado de protegernos ante cualquier elemento externo que pueda causarnos alguna enfermedad, infección o problema. Es nuestra barrera natural de protección, por eso es tan importante que esté fuerte y cuidado.

Estar en contacto con el medio ambiente implica que nos exponemos constantemente a factores externos que pueden tener efectos perjudiciales en nuestro organismo, como la contaminación. Los estudios científicos han demostrado que la contaminación ambiental afecta a nuestra salud, debilitando nuestras defensas, así como nuestro sistema respiratorio, entre otros.

Según estudios de la OMS – Organización Mundial de la Salud – la contaminación ambiental se lleva cada año más de 1’3 millones de vidas alrededor de todo el mundo, siendo los que más sufren sus consecuencias los ancianos, niños y países en desarrollo con escasa asistencia médica.

Los principales agentes contaminantes que llevan a estos desórdenes del organismo son los emitidos por vehículos, calefacciones e industrias: dióxido de nitrógeno, ozono, dióxido de azufre y monóxido de carbono, entre otros.

Una vez dicho esto, es importante destacar que el medio ambiente no solo tiene consecuencias negativas en nuestro organismo, sino que nuestra relación con la naturaleza y un ambiente sano también tienen múltiples beneficios. A continuación te dejamos una lista tanto de los efectos negativos como de los beneficios.

Consecuencias negativas de la contaminación

  • Más de la mitad de las partículas contaminantes en suspensión en el aire pueden entrar en nuestro sistema respiratorio y alojarse en él, pudiendo provocar un bloqueo de las vías respiratorias y alterar la circulación de oxígeno en nuestro organismo, reduciendo así la capacidad pulmonar. Además, podrían desarrollar enfermedades respiratorias o empeorar sus síntomas, como ocurre con el asma o ciertas alergias.
  • La contaminación ambiental está ligada al estrés y, por lo tanto, propicia situaciones que pueden llevar a trastornos de la salud mental como la ansiedad, depresión, irritabilidad, hiperactividad y alteraciones del sueño. Estudios científicos también han establecido una relación entre la contaminación ambiental y el desarrollo de patologías como cánceres o cambios hormonales.
  • En mujeres embarazadas, se ha demostrado que la exposición continuada a altos niveles de contaminación produce abortos espontáneos, bebés con bajo peso al nacer, mayor probabilidad de cesárea, partos prematuros e incluso infertilidad.

Beneficios de estar en contacto con la naturaleza

  • Un paseo de apenas 20 minutos por el campo o algún ambiente natural alivia el estrés, aumenta la concentración y la memoria y reduce el riesgo de sufrir enfermedades mentales como el insomnio, ansiedad y depresión. Esto se debe a que se reducen los niveles de cortisol, la hormona que provoca el estrés. Además, se segregan las conocidas como “hormonas de la felicidad” (serotonina, dopamina y endorfinas) que mejoran nuestro humor y autoestima.
  • Estar en contacto con la naturaleza suele estar relacionado con la exposición al sol que hace que nuestro organismo sintetice vitamina D, responsable de la absorción de calcio en nuestros huesos.
  • Mejora la vista y la protege de posibles patologías que empeoran con la iluminación artificial, como la presbicia. También previene el desarrollo de miopía o fatiga visual. 

Nuestro ritmo de vida hace que, a menudo, nos veamos envueltos en tráfico, carreras para llegar a todo y estrés continuo, pero no debemos olvidarnos de nosotros mismos. Permitirnos momentos de desconexión en la naturaleza mejorará nuestra calidad de vida, servirá para recargar pilas y además aumentará nuestra esperanza de vida.