La biocosmética es una nueva forma de entender la belleza y los cuidados que consiste en cosméticos ecológicos y naturales, no solo en sus componentes, sino también en su envasado. Además, son productos no testados en animales, por lo que contribuyen a la erradicación del maltrato animal en esta industria. Se trata de cosmética basada en sustancias naturales con la menor composición de químicos posible y es una filosofía de que está creciendo cada vez más en nuestro país.

Hay dudas sobre su eficacia frente a los productos “de toda la vida”, pero se ha demostrado que tienen multitud de beneficios, entre los cuales destacan:

  • Producen menos reacciones adversas tales como irritaciones o alergias, ya que al ser de origen natural, son más respetuosos con la piel.
  • Contienen más principios activos naturales que la cosmética tradicional (30% frente a un 1%, respectivamente), lo que contribuye a su eficacia.
  • Utilizan aceites esenciales, los cuales no solo potencian los efectos del principio activo, sino que además son perfumes naturales.
  • Interviene la aromaterapia, que no solo influye en el bienestar físico, sino en el psicológico, gracias a los aceites esenciales. Es importante que el producto sea seguro para el embarazo, pues pese a ser de origen natural, hay sustancias que pueden ser perjudiciales.
  • Son productos respetuosos con el planeta y los animales, ya que están hechos con envases reciclables y favorecen la reducción de la huella ecológica.

Para las futuras mamás, la biocosmética es aún mejor aliada, ya que al estar libre de químicos supone un alivio y una preocupación menos. Aún así, esto no significa que los productos tradicionales no sean recomendables y siempre se debe consultar que el producto sea respetuoso con esta etapa antes de utilizarlo.

Algunos productos de biocosmética especialmente recomendados por su eficacia para las futuras mamás son:

  • Aceites corporales: es recomendable aplicarlos en las zonas en las que sea probable que salgan estrías, tales como la tripa, pecho y muslos. Son especialmente buenos aquellos que contienen aceites naturales tales como el de almendras, jojoba, coco y, sobre todo, el de rosa mosqueta, un aliado natural para la prevención de las estrías.
  • Aceites para el pelo: puede que hayas notado que tu pelo está especialmente fuerte y sano en esta etapa o todo lo contrario. En cualquier caso, este tipo de tratamiento nunca viene mal. El aceite de argán, el de oliva o la miel son productos naturales que suelen contener este tipo de tratamientos capilares.
  • Protector solar: para prevenir o disminuir la aparición de las conocidas manchas del embarazo (conocidas como cloasma) es recomendable el uso de protección solar, que también cuenta con opciones ecológicas.
  • Para piernas cansadas: sobre todo en las últimas etapas del embarazo, puedes necesitar productos que mejoren la circulación en zonas como las piernas o los tobillos. Hay un sinfín de opciones, pero una opción a destacar es la árnica.

Con el boom de las redes sociales y esta creciente preocupación por el medio ambiente, cada vez hay más marcas que apuestan por este tipo de producción sostenible, y lo mejor es que se mueven en todo tipo de precios. Con una sencilla búsqueda, no te será difícil encontrar aquellos que más se adapten a ti.