A pesar de que el dicho popular asegure que “los bebés vienen con un pan bajo el brazo”, la realidad es que traen consigo tanta alegría como gastos. Cuando empiezan con la alimentación complementaria, los gastos en comida aumentan, por eso, a continuación te dejamos algunos consejos para que ahorres en la comida de tu bebé:

  • Todos comen lo mismo

Muchas familias tienen la creencia de que el bebé necesita una alimentación especial completamente diferente a la de los adultos, pero esto no podría estar más lejos de la realidad. Si bien tu peque necesita una alimentación específica, esto no significa que tengáis que comer alimentos totalmente diferentes. Todos podéis comer lo mismo, variando en cantidades y formas de cocinarlo, así como moderando la sal y especias. Además, es una buena forma de predicar con el ejemplo que hará que tu pequeño no rechace tantos alimentos sin razón.

  • Planifica tu menú semanal

La mejor manera de ahorrar es llevar un registro de lo que se va a comer así como de la lista de la compra. Planificar un menú semanal hará que le saques el mejor provecho a todos los alimentos. Además, te quitarás de dolores de cabeza provocados por los “¿qué cenamos hoy?”.

  • Evita el desperdicio

El menú semanal que mencionábamos anteriormente también evitará que desperdicies alimentos y tires comida a la basura que, de haber tenido un menú semanal preparado, se hubiese podido aprovechar.

  • Cocina hoy y come toda la semana

Si tienes poco tiempo, pero no quieres renunciar a que tu familia coma sano y variado, lo mejor que puedes hacer es preparar varios platos durante la semana e ir congelándolos para que duren mucho más tiempo. Como ya tendrás un menú semanal preparado, solo tendrás que sacar del congelador por la mañana lo que vayáis a comer y disfrutarlo como si estuviese recién preparado. Además de platos ya preparados, también puedes congelar carne, frutas o verduras que, de estar en la nevera, se echarían a perder enseguida.

  • Aprovecha las ofertas

Hoy en día la mayoría de supermercados goza de una gran variedad de ofertas para el cliente, ya sea en forma de descuentos o de varios productos al precio de uno. Una gran forma de ahorrar es aprovechar estas ofertas. Si se trata de productos perecederos, puedes congelarlos para evitar que pierdan propiedades y, si son productos no perecederos, solo tienes que almacenarlos hasta que te sean necesarios.

  • Productos para bebés, ¿son necesarios?

Los productos diseñados específicamente para bebés suelen tener un precio más elevado de lo normal y la mayoría de las veces se trata de productos prescindibles. Los tarritos, por ejemplo, suelen tener un precio mucho más elevado del que tiene un puré de verduras casero.

En definitiva, para evitar el derroche tanto en casa como en las comidas del bebé, lo primordial es la organización. Esta es la mejor manera de economizar y con estos consejos, pronto notarás un ahorro tanto de dinero, como de tiempo.