La llegada de un bebé es un motivo de preocupación para muchos padres, sobre todo para los primerizos. Es normal que os inquiete su bienestar así que a continuación os dejamos algunos consejos para acompañaros en esta maravillosa etapa, tanto durante como después del embarazo.

Consejos durante el embarazo

  • Leed e informaros mucho. Hoy en día hay un sinfín de libros publicados sobre el embarazo y la crianza del bebé. Además de hacerte con un par de buenos libros, puedes consultar en Internet, aunque aseguraos de que sean fuentes fiables de webs especializadas en la materia.
  • Pregunta. Ya sea a tus padres como a amigos que hayan tenido hijos. Cuanta más información tengáis, más preparados estaréis.
  • No os preocupéis en exceso. Es normal que con el embarazo os surjan mil dudas sobre la salud del bebé, de la mamá, del desempeño como futuros padres y un largo etcétera. Lo importante es que escuches a los profesionales, si os dicen que todo está en orden, centraos en que vuestra única preocupación sea encontrar el nombre ideal para vuestro pequeño.

Consejos después del embarazo

  • La organización es la clave. Un bebé supone mucho tiempo de cuidados y mucha demanda, por lo que tendréis que organizaros para cubrir todas sus necesidades sin descuidar las vuestras ni caer en agobios que lleven a discusiones; la comunicación es un pilar fundamental en una pareja. Es muy importante que antes de cambiarle, alimentarle o bañarle, tengáis todo lo necesario. Esto evitará que dejéis al bebé solo o descuidado, aunque solo sea un segundo.
  • Encuentra tu “tribu de madres”. Hoy en día está en boca de todas las madres el concepto de “tribu”. Se trata de volver a las raíces de la crianza, tener un grupo de nuevas madres que compartan trucos, experiencias y angustias. Servirá tanto para aprender juntas como para liberar tensiones, miedos y preocupaciones. Estas tribus de madres también te ayudarán a sobrellevar momentos duros que puedas tener durante la lactancia. Nadie te entenderá mejor que otra mamá en tu situación.
  • Rutinas. En la línea de la organización, cread una rutina para vuestro bebé. Seguir una rutina es un garante de bienestar para el pequeño que hará que duerma y coma mejor y además os hará aprovechar mejor el tiempo.
  • Mamá, ¡no pases a un segundo plano! La depresión posparto es una condición más común de lo que parece. Se debe, entre otras razones, a los cambios hormonales, la falta de sueño y las preocupaciones respecto a la maternidad. Tener en mente los cambios que vienen y pedir ayuda es vital para evitar que esta caída emocional no vaya más allá y se convierta en un problema mayor. Apóyate en tus familiares, descansa y no te compares; eres la mejor mamá para tu hijo.
  • Haz del baño un momento placentero para ambos. El baño debe ser un oasis de calma en el que tanto el bebé como los papás disfruten. Después de este, podéis aprovechar para darle un masaje al bebé que no solo reforzará vínculos, sino que ayudará a prevenir gases si se lo das en la tripa y con movimientos circulares. Además, aseguraos de secar bien todos los pliegues de la piel del bebé.

Y, lo más importante de todo, es que sepáis que solo vosotros sois los mejores padres para vuestro bebé. Si el pequeño come, duerme y está feliz, es una señal de que lo estáis haciendo bien. Disfrutad de su crecimiento y acompañadle, pues, aunque sea un cliché: “El tiempo pasa volando”.